¿Príncipe o sapo? ¡Identifícalo!

Esto es lo que sucede: conocemos a un chico que a primera
impresión nos parece lindo y
atractivo, a pesar de no ser muy guapo; eso a veces es lo de
menos si logró encantarnos con una sonrisa o una frase divertida…
Entonces, ahora viene el siguiente paso: volver a
encontrarlo y empezar a conocerlo para ver si realmente es tan lindo como nos
pareció. Y resulta que sí, lo vemos de nuevo en otra reunión, intercambiamos
correos y nos agregamos en Facebook.
Quedamos para salir, y van una y dos salidas. Pero nos
detiene una señal de alarma: ¡ya estoy cansada de besar sapos! Es
decir, harta de conocer chicos que parecen ser príncipes y
resulta que solo eran sapos encantados que, por esa noche, se habían
convertido.
¿Te pasa lo mismo? ¿Estás harta de ilusionarte
con chicos que parecen ser buenos y que resultan siendo todo lo contrario?
Pues te dejo unas cuantas características de comportamiento que podrán ayudarte
a darte cuenta a tiempo si estás frente a un sapo encantado o a un príncipe azul de verdad.
Es UN sapo cuando…
·
Te trata como un amigo o un “brother” más. Se supone que ya
están saliendo, ¿no?, entonces debería tratarte con un poco más de cariño y
mostrar más interés en tus cosas, tus actividades y tus gustos.
·
No toma iniciativa ¡para
nada! Tiene una reunión con sus amigos, o tiene ganas de ir al cine, y lo sabes
porque lo ves publicado en su Facebook ¡y no te dice nada! Está esperando a que
tú le digas primero para evitarse cualquier futura responsabilidad.
·
No ves probabilidades de que la
relación se dé, ni exista, en un futuro cercano, ni lejano. Ya
pasaron dos meses y siguen en las mismas, él aún no toma interés y casi ni te
llama. Yo
diría: ¡no VA!
Es UN Principe cuando…
·
Es cuidadoso con sus palabras hacia ti. Te
dice cosas bonitas y trata de buscarte un nombre cariñoso, por
ejemplo, bonita o princesa.
·
Se pone nervioso cuando te ve, se nota en
su rostro, no sabe si abrazarte o cuándo besarte.
·
Se interesa en tu vida y
en lo que haces. Te pregunta sobre tu trabajo, tu día, sobre lo que hiciste, ¡y
realmente te presta atención!
·
Te presenta a otras personas de su entorno, te
invita a fiestas o reuniones que tiene con sus amigos.
Al fin y al cabo, al pasar el tiempo nos vamos a dar
cuenta de que el azul se destiñe y que el caballo blanco era alquilado, como
dice una canción del grupo español Revolver, pero seguro, para
ese tiempo ya nos hemos enamorado de nuestro príncipe azul y nos
importará muy poco si ya se destiñó, ¿no?
Hasta el día de hoy no puedo entender
ese afán desmedido que tenemos las mujeres de buscar al príncipe azul y creer
que si no lo encontramos nuestro cuento no tiene sentido o está
incompleto.
Nos enfrascamos
en su búsqueda , sin siquiera detenernos a ver los sapos que tenemos
cerca, inclusive a nosotras mismas disfrutando de nuestra soledad.
Aquí estamos
nuevamente, preguntándonos; Como podemos reconocer si aquel hombre que hoy nos
quita el sueño es un Sapo disfrazado o el príncipe encantador que
la vida nos tiene reservado.
Primero debemos tener en Claro que ni lo
sapos son tan sapos y mucho menos hablan ; segundo que los
príncipes existen solo en los cuentos y cada vez menos en algunas
monarquías europeas o en el exilio .
La intención de
esta nota no es matarles la ilusión, solo animarlas a abrir los ojos y hacer un
análisis previo para luego vivir plenamente su propio cuento, uno
donde ustedes mismas escriban el “Happy Ending.”
Iniciare contándoles que a diferencia de lo
que pensamos equívocamente la elección
o descripción no se limita a reconocer sapos o
príncipes, a mi parecer la calificación es un poco más amplia, nos encontramos
en esta fábula de la vida con :
-Los Príncipes Azules,
los que al poco tiempo de besarlos se tornan de un verde intenso asemejándose
en todo sentido a lo que llamamos sapos o debo decir que mejor deberíamos
llamarlos marcianos (porque no existen y los que hay son de lo más extraños).
Se destiñen
- Los Sapos, esos animalitos gordos y verdes que
por lo general no miramos aunque estén solos en el estanque.
Aquellos que si le diéramos la oportunidad más que convertirse en
príncipes nos convertirían a nosotros en sus engreídas y veneradas princesas.
-Los
Sapos-Camaleón Esos que cambian de color de piel de
acuerdo al escenario, aquellos que por más que tratemos de convencernos jamás
llegaran a ser príncipes y mucho menos Sapos. Aquellos que nos decimos
PERO va a cambiar, es que ha vivido mucho tiempo solo falta que se
acostumbre. Pues NO, nunca va a cambiar ya está bien grande para
eso, mucho menos se va acostumbrar no le interesa.
Por
otro lado ni ellos mismos saben bien lo que quieren y andan brincando de
estanque en estanque, hasta que al final descubren que se sienten demasiado
cómodos con su soledad y al final aceptan que ese es su destino.
Pues NO mi Querida Princesa; No esperes
cual bella durmiente al príncipe que vendrá a despertarte de ese largo
letargo. Usted es una Princesa de Dios es del real sacerdocio dele la
oportunidad a Dios a elegir por usted.
El sabe lo que es bueno para usted por mientras deléitese así mismo en
Jehová y él le concederá las peticiones de su corazón.
1 PEDRO 2:9-10
9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
10
vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de
Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis
alcanzado misericordia.